Alcohol y tabaco. Mala compañía para la práctica de actividad física

El alcohol y tabaco son dos drogas que se ha normalizado su consumo en nuestra sociedad, cada vez los jóvenes comienzan a a utilizarlas de forma precoz. ¿Qué consecuencias tiene esto? 

En la presente entrada os vamos a mostrar los efectos contraproducentes que presentan el tabaco y el alcohol en nuestro organismo al realizar cualquier tipo de ejercicio físico.

Alcohol y tabaco

Según la OMS, el tabaquismo y el alcoholismo son las drogodependencias más extendidas en nuestra sociedad, y representan, respectivamente, la primera y la tercera causa de años de vida con discapacidades. El Observatorio Español sobre Drogas asegura en su último informe que la mayoría de los españoles consume bebidas alcohólicas esporádica o habitualmente. En 2008, 72,9% de estudiantes de entre 14 y 18 años ya había consumido bebidas alcohólicas y 14,8% se consideraba fumador habitual. Ruiz-Risueño & Ruiz-Juan ,& Zamarripa. (2012).

Consecuencias del consumo de tabaco

Por un lado, el humo del cigarrillo contiene monóxido de carbono, el cual junto a la actividad física provoca varias consecuencias:

  • Dificulta la entrada y salida de aire en los pulmones.
  • Acelera el ritmo cardiaco.
  • Aumenta el riesgo de enfermedad coronaria o ataque cardiaco.
  • Aumenta el riesgo de cáncer pulmonar, bronquial y bucal.
  • El hábito de fumar arruina los beneficios que el ejercicio puede brindarnos.

Consecuencias del consumo de alcohol

Por otro lado, el etanol que contiene el alcohol afecta al sistema nervioso central, provocando euforia, mareos, disminuyendo la respuesta a los reflejos, somnolencia, alucinaciones, confusión etc. Otros efectos negativos relacionados con la actividad física son:

  • El consumo agudo de alcohol ejerce un efecto negativo sobre la psicomotricidad, como tiempo de reacción y coordinación.
  • Puede alterar la regulación de la temperatura del cuerpo durante el ejercicio prolongado en ambiente frío.
  • El alcohol puede disminuir la fuerza, la potencia, la tolerancia muscular local, la velocidad y la tolerancia cardiovascular.
  • El consumo prolongado y excesivo produce cambios patológicos en hígado, cerebro, músculo, corazón y puede llevar a la incapacidad y la muerte.

Actividad física y consumo de alcohol y tabaco

En el análisis de la relación entre la práctica de actividad física y el consumo de tabaco se muestra una tendencia a fumar en menor cantidad o incluso a no hacerlo por parte de los sujetos físicamente activos. Un 80,9% de los activos dicen no fumar frente al 71,4% de los no activos. Este hallazgo muestra la relación significativa existente entre la práctica de actividad física y el consumo de tabaco, coincidiendo con otros estudios nacionales. Castillo & Marcos & Zamora & García & Bueno (2007).

Conclusión

Por estos anteriores motivos, llegamos a la conclusión de que si realizamos actividad física de forma regular y somos consumidores asiduos de alcohol y tabaco, debemos de ser conscientes que los beneficios los cuales nos aporta el ejercicio físico en nuestro organismo, están limitados negativamente por el consumo de este tipo de sustancias.

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