¿Qué es la Osteopatía?
La Osteopatía es una disciplina terapéutica con un campo de conocimientos específicos basados en:
- Un profundo conocimiento de la anatomía y fisiología del cuerpo humano.
- El conocimiento de la relación que tienen los distintos tejidos corporales en la producción de la enfermedad.
- La aplicación de técnicas para normalizar las funciones alteradas
En España, la Osteopatía está reconocida como una especialización en terapia manual realizada por fisioterapeutas, por tanto, es requisito necesario e indispensable que el osteópata esté en posesión del título de fisioterapeuta válido en el territorio nacional y, además, contar con una formación superior a 1500 horas con su correspondiente certificación académica emitida por una entidad reconocida.
¿Cómo me ayuda la osteopatía?
La Osteopatía tiene una visión holística de la situación del individuo y basa su intervención en una serie de principios:
- Estructura y función: son interdependientes. Por estructura nos referimos a las distintas partes del cuerpo (huesos, músculos, fascias, vísceras, glándulas, etc.). Por función nos referimos a la actividad de cada una de esas partes (movimiento, respiración, digestión, etc.). De tal manera que una disfunción en una de las partes afecta a la otra y forma el sustrato donde empieza a producirse la patología.
- Unidad del cuerpo: el ser humano es una unidad funcional dinámica y tiene la facultad de encontrar o reencontrar su equilibrio tanto físico, bioquímico, mental, etc.
- Autocuración: el cuerpo tiene todos los medios (inmunológicos, bioquímicos, fisiológicos, etc.) necesarios para eliminar o reprimir enfermedades. Siempre y cuando, estos medios sean libres de funcionar correctamente. Es decir, que no haya ningún obstáculo en la circulación arterio-venosa, nerviosa y linfática, para que la nutrición y función celular se realice de manera correcta.
Por tanto, la Osteopatía trata de detectar disfunciones en la estructura que estén provocando un desarreglo funcional y corregirlas.
Aunque también es posible actuar en estados iniciales en los que la disfunción estructural no ha llegado a provocar patología para prevenir así su aparición.
Con el tratamiento, la Osteopatía facilita los mecanismos de autorregulación y permite que el cuerpo normalice las funciones alteradas; lo que da lugar a una disminución de la sintomatología y recuperación del estado de salud.
¿Cuales son las técnicas con las que trabaja la osteopatía?
Las técnicas manipulativas con impulso, con frecuencia las más conocidas por los usuarios, son solo una pequeña parte del abanico terapéutico osteopático.
El desarrollo de la osteopatía ha propiciado la clasificación de las técnicas, según sobre qué tejidos actúe, en tres grandes grupos:
- Osteopatía estructural: dirigida al sistema musculoesquelético. Existen técnicas para actuar sobre músculos, ligamentos, articulaciones, fascias, etc.
- Osteopatía visceral: técnicas dirigidas a actuar sobre los tejidos que participan en la función visceral.
- Osteopatía craneal y terapia cráneosacra: técnicas dirigidas al cráneo y a normalizar posibles tensiones en el conjunto craneosacro a través de las membranas meníngeas.
¿En qué consiste una sesión de osteopatía?
La sesión de osteopatía podríamos esquematizarla en varios puntos, a modo didáctico, ya que, en la práctica clínica, algunos se solapan:
- Anamnesis: el osteópata entrevista al cliente, para conocer a fondo su situación y obtener la mayor cantidad de información acerca del motivo de la consulta, antecedentes médicos, personales, tipo de dolor, hábitos de vida, valoración de pruebas complementarias, etc. Con esta información, el osteópata se hace una serie de hipótesis sobre las causas que pueden tener origen o estar relacionadas con el motivo de la consulta, puede determinar si la patología del cliente es susceptible de tratamiento osteopático o prever posibles contraindicaciones para, en caso necesario, derivar al cliente a un médico especialista si se sospechara la presencia de patología que requiera intervención médica.
- Exploración clínica: se pasa revista a todos los sistemas corporales, haciendo especial énfasis en el sistema músculo-esquelético para detectar disfunciones que se relacionen y expliquen la sintomatología del cliente. El osteópata se sirve fundamentalmente de la palpación, valoración del movimiento de los diferentes tejidos corporales, valoración de la fuerza muscular y test tanto ortopédicos como osteopáticos.
- Tratamiento: con la anamnesis y la exploración clínica realiza un diagnóstico osteopático y desarrolla un plan terapéutico según la información recogida. En el tratamiento, el osteópata aplica las diferentes técnicas para corregir las disfunciones detectadas, según el tejido afectado, las características del cliente, así como las preferencias del mismo.
Existe una retroalimentación continua, el osteópata está valorando constantemente la respuesta de los tejidos a medida que aplica el tratamiento, adaptándose a las necesidades de los mismos en cada momento para cambiar de técnica si fuera necesario.
Indicaciones
El campo de actuación de la osteopatía se orienta a todas las estructuras del cuerpo humano:
- Aparato locomotor: el dolor de origen músculo-esquelético es el motivo más frecuente de consulta. Las cervicaglias, tortícolis, neuralgias cervicobraquiales, dorsalgias, lumbalgias, hernias discales, ciáticas o cruralgias responden muy bien al tratamiento osteopático. Está indicada también en los dolores de los miembros (omalgias, epicondilalgias, coxalgias, gonalgias), algias musculares, lesiones deportivas, dolores crónicos de tipo artrósico, etc.
- Sistema visceral: gastritis, hernia de hiato, molestias intestinales, estreñimiento, trastornos digestivos, trastornos menstruales, asma, etc. En muchas ocasiones trastornos del sistema visceral están relacionados con dolores del aparato locomotor (reflejos víscero-somáticos), con lo cual el tratamiento visceral es necesario para aliviar dichos dolores.
- El cráneo: a través de la osteopatía craneal se pueden tratar muchas patologías de etiologías diversas como cefaleas, migrañas, problemas oculares, vértigos, sinusitis y rinitis, problemas de articulaciones temporomandibulares, etc.